LA SOMBRA
Fin de semana, un día oscuro, nublado,
silencioso, que transmitía un cierto sentimiento de temor. Un muchacho se
encontraba en lo alto de una montaña de un pueblo perdido, todos los días
ascendía al mismo lugar para contemplar la hermosura del anochecer.
Ya era de noche, el muchacho volvía por una
carretera, con una extraña sensación, ya que nunca pasaba ningún coche, una
carretera solitaria, mientras iba viendo el paisaje, sentía una punzante
sensación de que alguien estaba tras los árboles, consciente de que era el
temor el causante de tanta incertidumbre. Ese día escuchó un ruido fuera de lo
normal, al principio lo ignoró porque por esos lugares siempre había algún que
otro animal, lo volvió a escuchar, se extrañó, ya no era un ruido conocido, tembloroso,
continuó su camino. En ese momento, vio la silueta de las piernas de una
persona, era una sombra muy inquietante que se adentraba en el bosque. El
muchacho la siguió, ya que su intriga podía con su temor, hasta que la perdió
de vista a lo lejos. Se asustó, no sabía cómo volver, continuó andando hasta
que pudo ver al fondo, una cabaña vieja, a la que parecía no haber entrado
nadie en mucho tiempo. Se acercó, estaba la puerta abierta, pero a pesar de su
curiosidad, no se atrevió a entrar. Se quedó en la puerta, pensando qué hacer,
algo le tocó la espalda, asustado, entró en la casa y cerró la puerta sin saber
qué le había tocado. El muchacho angustiado vio que la casa estaba revuelta,
sin rastro de ningún habitante hacía mucho tiempo, era muy antigua, la estuvo
mirando, entró en una habitación, en ella, había una pared llena de fotos, al
verlas se asustó ya que eran fotos suyas y de su familia, estaban ordenadas por
fechas, pero lo más sorprendente era la última imagen: una foto suya en la que
se reflejaba lo que estaba haciendo en ese instante.
El muchacho, aterrorizado salió corriendo,
quería salir de allí inmediatamente. Al abrir la puerta, sintió algo raro, giró
la mirada y vio cómo la misma sombra que había visto antes se adentraba en una
habitación. Sin saber por qué, la siguió, lo llevó a una estancia oscura y
cálida que llevaba al sótano, bajó y vio un cuerpo tirado en el suelo, se quedó
paralizado al comprobar que ese cuerpo era el suyo. Atemorizado, dio unos pasos
hacia atrás y escuchó una voz escalofriante que le dijo: -“¿Asustado?”. Casi
sin respiración, salió corriendo de la cabaña, un poco alejado se giró para
ver, por última vez, el episodio que acaba de presenciar y vio que en una
ventana estaba la sombra de un hombre moviendo la mano como despidiéndose de
él.
Sin saber cómo salió de aquel bosque, se dio
cuenta de que eran las cinco de la mañana, se fue a casa y de camino
reflexionaba sobre lo que le había sucedido, sabiendo que nunca se iba a
olvidar de aquella sombra.
Al llegar a casa, se encontró con todas las
luces encendidas, sorprendido, entró pero con los primeros pasos se apagaron
todas las luces, pensó en un apagón general en el pueblo, salió a comprobar si
había luz en las otras casas y, ¿Cuál fue su sorpresa?, el pueblo estaba
iluminado con total normalidad.
Al entrar de nuevo, en la puerta sintió un
escalofrío, se giró y vio la silueta de la sombra de un hombre mirándolo
fijamente. Abrumado por todo lo vivido en las últimas horas, se fue corriendo a
su habitación, se tumbó, se tapó con las mantas, queriendo dormirse y que se
acabase tan nefasto día.
Al conseguir
tranquilizarse, algo se abalanzó sobre él, lo abrazó con mucha fuerza y le
araña en la cara.
Al día siguiente, se levantó pensando en que
todo había sido una pesadilla pero sintió en arañazo, enseguida, corre a
mirarse en el espejo y comprueba que tiene el arañazo en la cara y la sombra
justo detrás.
Ángela Jarabo de
la Morena (2ºB)
Irene Lorenzo Águeda (2ºB)
Galo Santiago Nicato Chuquisala (2ºB)
Almudena Sanz Franco (2ºB)