Manos a la
Tierra, Mentes que Crecen: Un Año Más de Aprendizaje y Conexión con la
Naturaleza
Un año más, la
comunidad educativa del centro ha demostrado su compromiso y entusiasmo al
llevar a cabo la creación y puesta en marcha del huerto escolar. Esta
iniciativa, fruto de la colaboración entre el alumnado y el profesorado, se ha
consolidado como un espacio vivo de aprendizaje, donde la teoría se fusiona con
la práctica y se cultivan no solo alimentos, sino también valores
fundamentales.
El proceso de
creación del huerto ha involucrado a alumnos de diversas edades, quienes, bajo
la guía de sus profesores, han participado activamente en cada etapa. Desde la
planificación y diseño del espacio, pasando por la preparación del terreno, la
siembra de semillas y plantones, hasta la propuesta para el futuro de la instalación
de sistemas de riego y la elaboración de compost orgánico, los alumnos han
experimentado de primera mano el ciclo de la vida y la importancia del trabajo
cooperativo.
La dedicación y
el esfuerzo invertidos por el alumnado se han traducido en un espacio vibrante
y productivo. Los bancales, cuidadosamente trabajados, albergan una diversidad
de hortalizas, frutas y hierbas aromáticas, ofreciendo una visión tangible de
la biodiversidad y la riqueza de la tierra. La participación activa en el
cuidado diario del huerto, como el riego, el deshierbe y la observación del
crecimiento de las plantas, fomenta en los alumnos un sentido de
responsabilidad y conexión con el entorno natural.
El profesorado,
por su parte, ha desempeñado un papel fundamental al integrar el huerto escolar
en el currículo de diversas asignaturas. Matemáticas, ciencias naturales, tecnología,
FP y hasta educación artística encuentran en este espacio un laboratorio vivo
donde los conceptos abstractos se vuelven concretos y significativos. La
observación del crecimiento de las plantas permite trabajar medidas y
magnitudes, el estudio de los insectos y la composición del suelo enriquece el
aprendizaje científico, y la representación artística de las cosechas estimula
la creatividad.
Objetivos:
La creación y
mantenimiento del huerto escolar persigue múltiples objetivos pedagógicos y de
desarrollo personal:
- Fomentar el aprendizaje práctico: Ofrecer a los alumnos una experiencia directa y participativa en el
cultivo de alimentos.
- Promover la conciencia ambiental: Conectar a los alumnos con los ciclos naturales, la importancia de la
sostenibilidad y el respeto por la tierra.
- Desarrollar habilidades de trabajo en equipo: Fomentar la colaboración, la comunicación y la distribución de tareas
entre los alumnos.
- Inculcar valores de responsabilidad y cuidado: Enseñar a los alumnos la importancia de la dedicación y el
seguimiento en el logro de objetivos.
- Promover hábitos de alimentación saludable: Acercar a los alumnos al origen de los alimentos y fomentar una dieta
equilibrada.
- Conectar con la comunidad: En algunos casos, el huerto puede convertirse en un punto de
encuentro e intercambio con familias y otros miembros de la comunidad.
Conclusiones:
La continuidad
del proyecto del huerto escolar un año más es un testimonio del valor educativo
y social que aporta al centro. El trabajo realizado por el alumnado y el
profesorado no solo ha resultado en un espacio productivo y hermoso, sino que
también ha generado aprendizajes significativos y duraderos en los alumnos. La
experiencia de sembrar, cuidar y cosechar sus propios alimentos les brinda una
comprensión más profunda del mundo natural, fomenta su autonomía y
responsabilidad, y les conecta de manera tangible con la importancia de la
sostenibilidad. El huerto escolar se erige así como un ejemplo inspirador de
cómo la colaboración y el compromiso pueden transformar el entorno educativo y
enriquecer la formación integral de los alumnos.
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