REUNIONES DE COMUNICACIÓN Y CONVIVENCIA EN COMUNIDAD EDUCATIVA.
ESPACIOS DE CONVIVENCIA: ESTRATEGIAS PARA UNA ESCUELA INCLUSIVA
Las
reuniones de coordinación para la convivencia entre centros educativos de
enseñanza secundaria representan una oportunidad valiosa para fortalecer los
lazos de colaboración entre instituciones, así como para diseñar estrategias
comunes que promuevan un ambiente escolar positivo y respetuoso. Este tipo de
reuniones se enfocan en desarrollar habilidades de comunicación, esenciales
tanto para el profesorado como para el alumnado, particularmente en el trabajo
de tutoría entre estudiantes.
Uno
de los principales aspectos trabajados en estos encuentros es la comunicación
verbal y no verbal. Saber comunicar de manera efectiva no solo requiere de
palabras, sino también de gestos, posturas y expresiones que apoyen el mensaje.
Para fomentar una comunicación constructiva, los participantes son entrenados
en el uso de una escucha activa: una habilidad fundamental para entender
y responder a las necesidades y preocupaciones del otro. La escucha activa,
aplicada entre alumnos de diferentes niveles, como los de 1º y 3º de ESO,
facilita la comprensión mutua y crea un espacio seguro para el diálogo.
Otra
técnica valiosa discutida en estas reuniones es parafrasear. Este método
permite confirmar que se ha entendido correctamente el mensaje del
interlocutor, y es especialmente útil cuando se trabaja con estudiantes que
están en etapas de desarrollo emocional y social. En el caso de la tutoría
entre estudiantes, los de 3º de ESO pueden practicar la técnica de parafraseo
para apoyar a los de 1º en la expresión de sus ideas y sentimientos,
ayudándoles a sentirse escuchados y comprendidos.
Por
otro lado, el refuerzo positivo es una herramienta poderosa que se
implementa para incentivar comportamientos adecuados y fomentar un ambiente de
convivencia saludable. Al aplicar refuerzos positivos, los alumnos mayores
pueden reconocer y valorar los esfuerzos de sus compañeros más jóvenes,
alentándolos a crecer y a integrarse con confianza en el centro educativo.
Estas
habilidades no solo se enfocan en resolver conflictos de forma pacífica, sino
también en construir relaciones basadas en el respeto y el apoyo mutuo. Gracias
a esta iniciativa de coordinación entre centros, tanto los tutores de 3º de ESO
como los alumnos de 1º cuentan con un marco de convivencia que promueve el
bienestar, la empatía y el crecimiento personal, formando una comunidad escolar
más unida y comprometida.
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